Si el hacer mal te conlleva a que la pases mal, entonces hacer bien te conlleva a que la pases bien, ¿verdad? Pues no, no es totalmente cierto -como casi nada, ya creo que las cosas perdieron su grado de autenticidad hace mucho, simplemente el ser humano aprendió a mentir y cago todo lo natural que existe en el mundo-; el hacer bien, preocuparte por el prójimo no siempre trae cosas buenas a tu vida sino puede ser la causa de una gran depresión, sentimientos de culpas, vacíos y dudas.
Es como dicen, "No hay mal que por bien no venga" pero la verdad es que tampoco existe un bien que por nuestro mal no nos convenga, y eso ya quedó demostrado, no al 100% pero sí al 99.9999999999%.
Lo repito, el sentimiento más díficil para afrontar por parte de un ser humano es la incertidumbre, la impotencia, el saber que hay algo que debe hacerse pero no precisar cómo. Ideas formas, maquinas dentro de la cabeza pero solo llegas a conclusiones vacías y sin ningún pro.
A veces la empatía es un estado tan exquizito que realmente necesitamos de una persona para que condicione nuestro estado anímico. Es poco probable el sentirse bien cuando personas que quieres, estimas y respetas, no lo están; cuando esas personas quieren morir, dejar de pelear la vida y darse por vencido, no seguir buscándole el sentido al día a día porque al parecer, para ellos, ya nada lo tiene.
Cuando un hombre pierde sus esperanzas es cuando lo peor se avecina, en sentido crítico es aún más cuando tus esperanzas no le cubren sus expectativas. Malditos momentos, tan solo malditos momentos, sé que pasarán pero mientras tanto sí que te ponen distímico e hipotímico.
Cabeza arriba que todo pasa y al final estarás bien; aunque hoy creas la contrario.
Tal vez es hora de que lo inestable le brinde equilibrio a lo volátil.
