In your own words.

domingo, 1 de julio de 2012

Desde la primera vez que empecé a usar Blogger.com, nunca lo vi cómo la herramienta social que es: un diario. Recuerdo que, fue en símbolo de rebeldía porque mi profesor de la universidad nos obligó a los alumnos crearnos uno. "Ajá, pues no quiero ser como el resto", decía para mis adentros. Pero me he dado cuenta que todo tiene un propósito y único lugar en la vida, no podemos atribuirnos a hacer otra cosa con algo que tiene un único fin.
   
Es así que, he decido tener al Blogspot como mi diario personal y virtual. Conversaré con él y escribiré mis vivencias pues no veo nadie alrededor para posponerlo. Aunque, bueno, sí, sí hay personas. Está mi papá y mi mamá en su cuarto, pero ya estuve con ellos y les toqué algo para que se calmen. Sin embargo, aún puedo irles a conversar. Además, está mi hermano, con el que también puedo ir a hablar. ¿Entonces, por qué no voy a platicar con ellos? Pues ya debes de imaginar cuál es mi situación en casa ¿no?.
   
De cualquier forma, empezaré y contaré algo de mi cotidianeidad a este lindo, gélido, párvulo y -afortunadamente- poco usado medio.
  
Hola, hoy estuve bien. Mi segundo día libre del trabajo luego del jueves. No repetí estado eufórico por la mañana, pero los ejercicios ayudaron. Salí con mamá para comprarme un xilófono, decidí que ya es hora de aprender a tocar. Lo hice hace un momento y la pasé muy bien, algo melancólico los sonidos que expide mi lindo instrumento musical, pero fue una maravilla. 
   
(Mientras terminé este parrafo y empezaba por escribir el siguiente, sentí miedo. No quiero exponerme tanto, siento que me estoy desnudando. Y sí, sé que pocas personas ven este portal pero muchas de ellas las conozco y hasta sus nombres aquí podría mencionar, mas no lo hago pues pienso que ellos pensarán que sólo lo hago para llamar su atención. De todas formas, esas 3 personas ya se sintieron alegados y ahora leerán abochornados. No importa, seguiré)
   
"Nada es imposible, sí se hace", me repetía la vendedora mientras intentaba a toda costa aceptar mis caprichos musicales. Quería que el xilófono tenga un plug para poder conectarlo a un parlamente, un diseño más cubista. 
  
Al llegar la noche me tranquilicé mucho. En la siesta de la tarde tuve una pesadilla, hace mucho no la tenía. Estaba atrapado por el cuello y no podía safarme por la fuerza, entonces intenté cerrar los ojos en el trance para levantarme (desde pequeño me funcionaba; es decir, duermes en el sueño y despiertas en la realidad) pero hasta las pestañas me pesaban. Así que, hoy escapé de una manera diferente, fue la primera y espero no sea la única. Una luz inmensa, intensa, resplandeciente delante de mí -sí, eran esos portales que se me aparecen en sueños y me revelan muchas cosas aunque, yo tonto, digo: "levantándome lo escribo"; para luego olvidarlo por completo-. Entonces, la luz me atrapó y me trajo. Seguí luchando aún, pues en la transición de escaparte la pesadilla te quiere llevar.
  
Asimismo, hoy estuve leyendo muchas cosas y viendo televisión. Me encantó la tv. Al parecer, se pusieron de acuerdo para estar conmigo. Me trató bien. Hubieron cosas súper entretenidas e interesantes. Luego, practiqué y practiqué. Ah, también por mirar un documental sobre la industria del cereal y transformación de los commodities, comí toda una bolsa de cereales de chocolate con mandarinas y yogurt de vainilla. Afortunadamente, no vi un estudio sobre animales sino me comía a mi perro. 
   
Ahora estoy aquí, escuchando melodías bonitas y dándole a estos teclados; que por cierto, nunca llegué a entender el porqué de la predisposición de las teclas. Lo asumiré al igual del porqué de las corbatas y muchas millones de cosas más. 
  
Eso es todo, créeme Blogspot, si tuviese la destreza de poder escribirte mis visiones durante la primera madrugada en que me levanto luego del primer sueño, lo haría. Lo siento, pasa que tengo dedos torpes... aunque manos muy astutas (sonrisa maquiavélica).
   
Si la relación va bien, será el primero de muchos. Si me siento extrañado, será el primero del único. Dejaré que mi estado lo diga, escribiré cuando tenga que hacerlo, ni ganas más ni ganas menos.
   
(Podría seguir y seguir detallando más y más cosas, pero siento que no debo. Razón, mi alma la tendrá)
   
Buenas noches.

Viaje a los sueños polares.



Cuando pesen demasiado la rutina, 
el trabajo y la vida en la cuidad, 
nos iremos en un viaje infinito 
con esa tonta sensación de libertad.

Hacia el fondo de ese mundo 
del que me has hablado tanto, 
paraíso de glaciares y de bosques polares, 
donde miedos y temores 
se convierten en paisajes 
de infinitos abedules, 
de hermosura incomparable...
Donde siempre te querré.

Dibujamos sobre un mapa imaginario 
autopistas de gran velocidad. 
Nos invade una ilusión desconocida 
y nuestra única intención es avanzar...