In your own words.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Es que siempre podemos aguantar un poco más.

Y ya lo decía Mario Benedetti:
"No te rindas, por favor no cedas.
Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda, y se calle el viento;
aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque cada día es un comienzo nuevo, 
porque esta es la hora y el mejor momento".


Porque siempre creeremos que la próxima vez será la única, la mejor, la inigualable: la especial. Y luego volverá a ser peor, triste, aburrido: trillado. Entonces otra vez seguiremos creyendo que mejorará, inigualará, especializará y se unificará.

Es que es tan fácil decir que NADA va BIEN cuando TODO está MAL. Sentirnos abatidos y sin esperanza mella nuestro carácter y actitúd. Las personas a nuestro alrededor lo sienten; les repelemos y agobiamos, no sembramos armonía ni mucho menos sintonía con ellos. De ninguna manera tenemos buenas vibras, ni tan siquiera un aproximado lexicológico a ello.

Sin embargo, esta vez que sea distinto ¿te parece? Sí, ¿qué dices? ¡Vamos, hagamos lo difícil! Olvidemos eso de ir a la segura ¿está bien? Hoy, echemos de menos a la muy abrumada descolorida apatía y al tedioso quisquilloso desgano. Ellos son malos amigos, no aportan ni una pizca de color a nuestras vidas.

Sólo pongámosle un poquito de fe a todo esto, nada más. Y si podemos crear un aliento de esperanza en alguna persona, aunque sea una, entonces nos aliviaremos. Pues, sólo así sabremos que no hemos vivido en vano.