In your own words.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Eso que llevas dentro.

Porque cuando eramos niños pensábamos y actuábamos como niños, entonces crecimos y pensábamos y actuábamos como adultos, al llegar a la senectud nuestros pensamientos y actos también cambiaron. Aún así, durante esas tres etapas fuimos siendo el mismo.

Uno de pequeño es adulto y es anciano, anciano en el pensamiento, niño en en el amor y adulto en el cuerpo. Al ser adulto, fuimos niños al amar y ancianos en el pensamiento.

El cambio ocurre por la cantidad de dolor y la ausencia de amor. Si uno de niño tuvo una infancia dura, violenta y triste, pues el interior adulto le dice al niño: "es mi turno, tú ya no puedes con esto. Vuelve aquí adentro y yo haré cargo de esto". Entonces el alma de niño decide volver al interior y es el adulto quien toma el cuerpo. De ahí que digan, "él es muy maduro y sensato para su edad".

Ahora, de la misma forma sucede cuando uno es adulto. Uno conoce a la mujer de su vida, aquella que le causa cosquillas con solo darle besos en la boquita, aunque no la puede amar como niño sino como adulto. Por lo tanto, el alma de niño que cuando fue su tiempo sólo le tocó pena y sufrimiento, decide regocijado volver al cuerpo. El adulto accede, pues esa es su labor, él es fuerte. Y el niño de nuevo llega a su gloria y es recompensado, y ama y ama con todo lo que puede. Y él va esperando muy en el centro de su alma que su ser amada también haya sido tomada por su niña interna (esto depende, sí la chica sigue sufriendo pues aún no estará lista para el amor verdadero, pues el adulto es quien está en el cuerpo. Sin embargo, éste por su sensatez sabe reconocer el amor gemelo de la chica, así que decide mantener cerca a esa persona, pues sabe que su niña la espera ansiosa por dentro. Tanto así, que algunas veces ella ha escapado y ha tomado el cuerpo, entonces ésta se lanzó al cuerpo de su amado).

Quiero acotar algo en el tema anterior antes de que se vaya la idea, que el alma de un niño tome el cuerpo, no significa que el adulto ya no sale más, sino que cuando es necesario. Obviamente, en un robo el niño cede su lugar al adulto interno para que éste luche y defienda a su amada, etc.

Volviendo al tema principal. Y una vez que el cuerpo del adulto ya empieza a sentir el tiempo, el adulto sabe que su fuerza ya no basta y por lo tanto debe de ser tierno, adormilado y sabio, es decir ser un anciano. Es ahí que el anciano interior sale de nosotros y toma ahora el cuerpo. Él se siente de maravilla pues él es eso, un filósofo empedernido que brinca en raciocinios pero sin impulsividad y energía, sino con pausa y detalle propias de un sabio. 

Por lo tanto, el adulto y el niño vuelven dentro del interior y se la pasan ahí revoleteando. De por más está decir que no hay mucha calma de por medio. Ellos están esperando el momento en que se completen con el alma del anciano que está en el cuerpo, pero ya que se ha visto, estos chicos no son muy pacientes y deciden tomar el cuerpo durante las noches de sueño. Y es ahí donde desatan toda la magia y emoción -vale aclarar que este episodio sucede con todos, por ejemplo cuando somos niños también tenemos sueños de adulto y de anciano-, los seres del interior envían mensajes al cuerpo respecto a lo que quieren. Dependiendo del ser que necesites y el tiempo en el que estés, será un alma quien logré ganar la pugna. De ahí que, por ejemplo, cuando el niño aún se rehusa a dejar el cuerpo en casi la pubertad, el alma adulta que tenemos dentro aprovecha el sueño y se manifiesta a través de los sueños humedos. "Vamos, quiero follar", parece decirle.

Bueno, espero hayas comprendido. Ahora dime, ¿cuándo dejarás que tu alma de niño interior salga? A menos que poseas el don de decidir, por cuenta propia, cuando debe dársele permiso a alguno que salga pues supiste identificar qué momentos son los que cada uno necesita.