In your own words.

jueves, 28 de febrero de 2013

El presente es un regalo.


¿Por qué pagar en el presente posibles errores del futuro? Uno de los problemas -y bendición a la vez- del ser humano es el de pensar demasiado. Ese proceso cognitivo por el cual a través de un estímulo sensorial empezamos a idear cosas. Es problema cuando la imaginación nos lleva a eventos negativos, y es solución cuando nos lleva a la satisfacción.

Por ejemplo, en el 2020 la temperatura de la tierra aumentará en dos grados, entonces desde ahora ya ideo la manera de mudarme a marte: mandemos el curiosity. En este caso, por qué mejor no haces algo por cambiar tus hábitos energéticos en casa, apaga las luces, lee más seguido y desenchufa el televisor, ve al parque a jugar con tu perro, aprovecha el alumbrado público apagando las luces de tu cuarto. Es decir, ver el lado brillante de las cosas. Entonces, un segundo ejemplo diría: En 20 años más estaré más viejo, mejor desde ahora ya busco dónde operarme las patas de gallo: a prisa, una cita con el cirujano. En este caso, por qué no decir: Entonces, debo empezar a alimentarme bien  y correctamente, a sonreír y saludar a los desconocidos más seguido, a beber agua todos los días, a hacer ejercicio, a jugar con mis primitos, a llenarme de amor y fantasía, a no perder la inocencia y ternura, a cultivar mi alma a través del canto, a amar. Aquí, está bien aplicado el concepto del futuro.

A lo que voy es, al fin y al cabo, el futuro aunque muy expectante e intimidante, es un tiempo que no está. Puedes hacer con él lo que quieras, puedes imaginar que en tres años serás ave, al menos esos tres años estarás muy feliz. Posteriormente, dirías en 5 años seré un ave. Claro, éste es un ejemplo utópico. Pero un niño podría decir: En 3 años seré un ave, ahora estudiaré para aviador. Te das cuenta, es un futuro hermoso pero real. Lo cual aquí sería lo más apropiado. ¿Por qué perturbarte de algo que aún no llega? Claro, todos somos gente sensata y consecuente que piensa en su vida a futuro, pero por qué no imaginar esa misma vida pero de una manera más agradable y hermosa, mira aquí tienes dos puntos a favor: Si dices que será hermosa y no lo es cuando sea futuro, pues te apenarás sólo en el futuro, y dado que éste no existe pues no estarás triste. Y dado que el presente sí existe, estarás feliz porque estás en él pero con un pensamiento del futuro.

¿Te diste cuenta? Sí, estamos llenos de pensamientos de futuro en nuestra mente. Por ejemplo, mientras yo estoy escribiendo estas líneas estoy imaginando a futuro que letra colocaré después de ésta, es decir no en las palabras que acabo de escribir (claro, aquí el lapso de tiempo es menor pero la idea es igual).



Por lo tanto, piensa en cosas bonitas a futuro porque al fin y al cabo eso te hará feliz, ojo, un pensamiento a futuro pero fundamentado en el presente. Si alguien te dice que te quiere y tú piensas a futuro que no lo hará, pues estás siendo pesimista. Créele ahora y proyecta que así será hasta el infinito. Al fin y al cabo, él no puede pagar en el presente por errores que ni siquiera ha cometido en el futuro.

Una vez, un ser especial me comentó:el presente es un regalo. Porque el ayer es historia, el mañana es un misterio pero el día de hoy es un regalo, por eso se llama presente. Y sí que lo es, porque es un premio y recompensa estar acá contigo.